Helena Petrovna Blavatsky

Las posibles verdades, apenas perceptibles en el mundo abstracto, como aquellas inferidas a través de la observación y el experimento en el mundo de la materia, son impuestas a la multitud de profanos, demasiado ocupada en pensar por sí misma, bajo la forma de revelación Divina y de autoridad científica. Pero la misma pregunta que se hacían Sócrates y Pilato en sus tiempos sigue vigente en nuestra propia era de negación total: «¿ Existe la verdad absoluta en manos de un partido o de un solo individuo?». A lo que la razón responde: «No puede ser posible». En un mundo tan limitado y condicionado como lo es el hombre mismo, no hay cabida para la verdad absoluta, independientemente de cuál sea el tema. Pero hay verdades relativas, y tenemos que sacarles el mayor partido posible.
Helena Petrovna Blavatsky

«Las posibles verdades, apenas perceptibles en el mundo abstracto, como aquellas inferidas a través de la observación y el experimento en el mundo de la materia, son impuestas a la multitud de profanos, demasiado ocupada en pensar por sí misma, bajo la forma de revelación Divina y de autoridad científica. Pero la misma pregunta que se hacían Sócrates y Pilato en sus tiempos sigue vigente en nuestra propia era de negación total: «¿ Existe la verdad absoluta en manos de un partido o de un solo individuo?». A lo que la razón responde: «No puede ser posible». En un mundo tan limitado y condicionado como lo es el hombre mismo, no hay cabida para la verdad absoluta, independientemente de cuál sea el tema. Pero hay verdades relativas, y tenemos que sacarles el mayor partido posible».

Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891) fue una de las figuras más extraordinarias y controvertidas del siglo XIX. La influencia de su vida, sus obras y sus enseñanzas sobre el pensamiento a nivel mundial ha tenido una repercusión considerable. Las tres citas expuestas a continuación pueden ayudar a hacerse una idea de la magnitud de la influencia de la Señora Blavatsky: «La Señora Blavatsky… destaca por ser la madre del pensamiento oculto contemporáneo, fue la creadora y/o la impulsora de muchas de las ideas y términos que, un siglo después, se han introducido en el movimiento New Age. La Sociedad Teosófica, que ella misma cofundó, ha sido la principal defensora de la filosofía de lo oculto en la sociedad occidental y la forma más importante de aprendizaje oriental en occidente».

Helena Petrovna von Hahn nació el 12 de agosto de 1831 en Ekaterinoslav, una ciudad cercana al río Dniéper en el sur de Rusia. Fue la hija del coronel Peter von Hahn, y de Helena de Fadeyev, una novelista famosa. Su abuela materna fue la talentosa Princesa Helena Dolgorukov, una renombrada botanista y escritora. Tras la temprana muerte de su madre en 1842, Helena fue criada en casa de sus abuelos maternos, en Sarátov, donde su abuelo ocupaba el puesto de gobernador.

Helena fue una niña brillante y desde temprana edad supo que era diferente de aquellos que la rodeaban. El hecho de que poseyese ciertos poderes psíquicos fue algo que desconcertó a su familia y amigos. Era una niña con talento, que tenía poca paciencia con la autoridad pero que, al mismo tiempo, mostraba una profunda sensibilidad. Era una excelente lingüista, una pianista talentosa y una gran artista. También, sabía montar un caballo de forma temeraria y siempre mantenía una estrecha relación con la naturaleza que la rodeaba. Cuando todavía era una niña, ya sentía que debía dedicar su vida al servicio común, y sabía que algo especial la guiaba y la protegía.

Cuando aún no había cumplido los 18 años, se casó con Nikifor V. Blavatsky, un hombre de mediana edad y vicegobernador de la provincia de Ereván, en un acto de rebeldía que le permitió independizarse. El matrimonio no significó nada para ella y jamás llegó a consumarse. En cuestión de meses, escapó del domicilio conyugal para emprender una serie de viajes a Turquía, Egipto y Grecia gracias a la ayuda económica de su padre.

Helena Petrovna Blavatsky
Helena Petrovna Blavatsky

Viajes por el mundo: El día de su vigésimo cumpleaños, en 1851, viviendo entonces en Londres, conoció a un individuo que H.P. Blavatsky aseguraba ya haber visto antes en visiones psíquicas y espirituales en su niñez, un iniciado oriental rajput de nacimiento, Mahatma Morya o M. como se hará llamar algunos años más tarde entre los teósofos. Mahatma Morya le informó del trabajo que le esperaba, y, desde este momento, ella lo aceptó como su guía y maestro.
Más tarde, ese mismo año, Helena se embarcó en un viaje hasta Canadá y tras una serie de intrépidos viajes por varios lugares de los EE. UU, México, Sudamérica y las Indias Occidentales, llegó a la India en 1852 atravesando el canal entre el Cabo y Ceylán. La primera vez que intentó acceder al Tíbet no lo consiguió. Volvió a Inglaterra pasando por Java en 1853. En el verano de 1854, volvió de nuevo a América, cruzando las Montañas Rocosas con una caravana de emigrantes, probablemente en un carromato.
A finales de 1855 partió hacia la India pasando por Japón y por el Estrecho de Torres. En esta ocasión, consiguió entrar en el Tíbet vía Cachemira y Ladakh, donde siguió su entrenamiento en ocultismo de la mano de su Maestro. En 1858, estuvo en Francia y Alemania y volvió a Rusia a finales de otoño del mismo año, quedándose con su hermana Vera en Pskov durante un corto tiempo. Desde 1860 hasta 1865, vivió y viajó por el Cáucaso y experimentó una importante crisis, tanto física como psíquica, que le permitió conseguir el control total de sus poderes ocultos. Volvió a dejar Rusia en el otoño de 1865 para viajar extensamente por los Balcanes, Grecia, Egipto y Siria, entre otras destinaciones.

En 1868, volvió al Tíbet desde la India. Durante este viaje, H.P. B conoció al Maestro Koot Hoomi (K.H) por primera vez y permaneció un tiempo en su casa en Little Tibet. A finales de 1970, volvió a Chipre y a Grecia. Cuando viajó a Egipto, su barco sufrió un accidente y naufragó cerca de la isla de Spetses el 4 de julio de 1871. Sobrevivió al naufragio y terminó su viaje a El Cairo, donde trató de formar una Sociedad Espiritual que fracasó al poco tiempo. Después de una serie de viajes por el Oriente Medio, en julio de 1872, volvió a Odessa, Rusia, para visitar a sus familiares una temporada. Durante la primavera de 1873, Helena viajó a París siguiendo las instrucciones de su Maestro, que más tarde le ordenó viajar a Nueva York, donde desembarcaría el 7 de julio de 1873.
Entonces, H.P. Blavatsky tenía 42 años y poseía múltiples e inusuales poderes espirituales y ocultos. Según los Mahatmas, ella era el mejor instrumento a su disposición para llevar a cabo la misión que tenían en mente, es decir, presentarle al mundo lo que sería un esbozo de lo que más tarde se convertiría la Teosofía, «la sabiduría secular, puesta a prueba y verificada por generaciones de Profetas…», un conjunto de enseñanzas en las que las religiones, independientemente de su número de adeptos, no son más que ramas que surgen de un mismo tronco. Su misión era la de desafiar, por un lado, las arraigadas ideas de la teología cristiana y sus dogmas, y, por otro lado, el punto de vista igualmente dogmático y materialista de la ciencia de su época. Sin embargo, no mucho tiempo atrás se había abierto una pequeña grieta en este conjunto de ideas fortificadas: el espiritualismo había llegado a América. Parafraseando a Helena: «Fui enviada para comprobar la veracidad de estos fenómenos y para demostrar que la teoría de los espíritus y el espiritualismo no eran más que una falacia».

En octubre de 1874, los Maestros de H.P.B la pusieron en contacto con el coronel Henry Steel Olcott, un hombre de confianza que había adquirido un considerable renombre durante la Guerra de Secesión por servir al gobierno estadounidense con mérito y que, por aquel entonces, trabajaba como abogado en Nueva York. También conoció a William Quan Judge, un joven abogado irlandés que desempeñaría un importante papel en el futuro de la Teosofía.
El 7 de septiembre de 1875, estas tres figuras clave, junto a un reducido grupo de gente, fundaron una sociedad a la que decidieron llamar la Sociedad Teosófica, que serviría para promulgar las antiguas enseñanzas de la Teosofía, o la Sabiduría acerca de lo divino, la base espiritual de otros importantes movimientos del pasado, como el neoplatonismo, gnosticismo y las escuelas de misterios del mundo clásico. El coronel Olcott pronunció el discurso inaugural el 17 de noviembre de 1875, fecha considerada como la fecha oficial de la creación de la Sociedad. En un principio, el objetivo principal de esta sociedad era «recopilar y difundir el conocimiento relativo a las leyes que rigen el Universo», pero posteriormente los fundadores redactaron los objetivos principales de manera más específica. Tras una serie de cambios menores en la formulación, los objetos permanecen hasta hoy de la siguiente manera:

  1. Crear una Hermandad Universal de la Humanidad, sin distinción de raza, credo, sexo, casta o color.
  2. Fomentar el estudio de la Religión Comparada, la Filosofía y la Ciencia.
  3. Investigar las leyes de la Naturaleza de las que no se tiene explicación, así como los poderes latentes en los humanos.

En septiembre de 1877, la publicación de la primera obra monumental de H.P. Blavatsky, “Isis sin velo”, publicada por J.W. Bouton en Nueva York, causó un impacto considerable, tanto que la primera tirada, de mil ejemplares, se agotó en apenas diez días. El New York Herald-Tribune consideró que la obra era «una de las más destacables de este siglo», y muchos más periódicos y revistas hablaron en términos similares. En “Isis sin velo” se repasa la historia, el alcance y el desarrollo de las Ciencias Ocultas, la naturaleza y el origen de la Magia, las raíces del Cristianismo, los errores de la Teología Cristiana y las falacias establecidas por la Ciencia ortodoxa, todo ello con el aprendizaje de lo oculto como telón de fondo, hilo conductor presente en los siglos pasados y que vuelve a aparecer cíclicamente por medio de diferentes movimientos místicos que han surgido durante los últimos dos mil años aproximadamente.

El 8 de julio de 1878, H.P. Blavatsky obtuvo la nacionalidad estadounidense, lo que le valió cierta publicidad en varios periódicos. En diciembre del mismo año, H.P. Blavatsky y el coronel Olcott viajaron a la India pasando por Inglaterra.

Al llegar a Bombay, en febrero de 1879, establecieron allí la sede de la Sociedad Teosófica. Poco tiempo después de su llegada, Alfred Percy Sinnett, entonces editor del periódico The Pioneer, se puso en contacto con ellos. Este contacto pronto demostró ser de una importancia crucial.

Después de viajar por el noroeste de la India, los Fundadores volvieron a Bombay donde publicaron, en octubre de 1879, su primer periódico teosófico, The Theosophist, (que aún se publica en la actualidad) con H.P. Blavatsky como editora. La Sociedad Teosófica empezó a crecer rápidamente y empezó a atraer a personalidades notorias, tanto en la India como en el resto del mundo.

Durante mayo-julio de 1880, los dos fundadores pasaron un tiempo en Ceylán, (Sri-Lanka), donde el coronel Olcott comenzó una labor que desarrollaría más adelante para fomentar el renacimiento del budismo. Ambos, tras abrazar la Pancha Sila, se convirtieron oficialmente en budistas.

Durante septiembre y octubre de 1880, H.P.B y el coronel Olcott visitaron a A.P. Sinnett y a su mujer Patience en Shimla, al norte de la India. El sincero interés que mostraba Sinnett en los fundamentos y el trabajo de la Sociedad Teosófica llevó a H.P Blavatsky a ponerle en contacto con los dos adeptos que financiaban la Sociedad, los Mahatmas K.H. y M. Gracias a la correspondencia que mantuvieron, Sinnett escribió “El Mundo Oculto” (1881) y “El Budismo Esotérico” (1883), dos obras que tuvieron una enorme influencia a la hora de generar interés público en la Teosofía. Las respuestas y explicaciones de los Mahatmas a las preguntas que les hizo Sinnett fueron incorporadas en sus cartas de 1880 hasta 1885 y fueron publicadas en 1923 bajo el nombre de The Mahatma letters to A. P. Sinnet. Las cartas originales de los dos Maestros se conservanen la Biblioteca Británica, donde pueden consultarse con el permiso especial del Department of Rare Manuscripts.

En mayo de 1882, la sociedad adquirió una gran propiedad en Adyar, en el sur de la India, a proximidad de Mandrás y la sede principal de la Sociedad Teosófica fue trasladada allí a finales de este mismo año. Dicha sede principal pronto se convirtió en el centro de operaciones de una actividad a nivel mundial. La señora Blavatsky y el coronel Olcott comenzaron una serie de viajes que les llevó por los distritos periféricos, donde establecieron sedes secundarias, recibieron visitantes, mantuvieron correspondencia con diferentes investigadores y llenaron su periódico con información valiosa para el aprendizaje, buscando despertar el interés latente del pueblo indio por los conceptos espirituales que se encuentran en sus propias escrituras ancestrales.

Helena Petrovna Blavatsky
Helena Petrovna Blavatsky

Fue durante este período cuando el coronel Olcott se comprometió en difundir unas asombrosas técnicas curativas hasta febrero de 1884 y para ello se trasladó a Londres a petición del Gobierno Británico en nombre de los budistas de Ceylán (Sri Lanka). H.P. Blavatsky, a pesar de tener problemas de salud, viajó a Europa con él.

Después de pasar casi cinco meses entre París y Londres, H.P.B visitó a la familia Gebhard en Elberfeld, Alemania, a finales de verano de 1884, a pesar de estar considerablemente ocupada, ya que se había comprometido en la redacción de su segunda obra, «La Doctrina Secreta».

Mientras tanto, Alexis y Emma Coulomb (dos miembros del grupo de trabajo de Adyar), preparaban un cruel ataque contra ella. El 21 de diciembre de 1884, volvió a Adyar y allí se enteró de todos los detalles. Quería demandar a la pareja, que había sido expulsada de Adyar por difamación, ya que la pareja alegaba un supuesto fraude relativo a los fenómenos psíquicos. Sin embargo, un comité formado por los miembros más influyentes de la Sociedad Teosófica desestimó la causa, lo que llevó a H.P.B a renunciar a su puesto de secretaria de la Sociedad. El 31 de marzo de 1885, embarcó hacia Europa para no volver nunca más a pisar el suelo indio.

El ataque llevado a cabo por los Coulomb no tenía ningún fundamento sólido, como se pudo demostrar más tarde. Este ataque estaba construido sobre falsificaciones, totales o parciales, de cartas supuestamente escritas por H.P. Blavatsky en las que daba instrucciones para simular varios fenómenos psíquicos de distinta naturaleza. Un periódico misionero Cristiano en Madrás publicó las partes más incriminatorias de estas cartas.

Mientras tanto, la Sociedad para la Investigación Psíquica (Londres) había designado un comité especial para investigar los reclamos de la señora Blavatsky. A continuación, en diciembre de 1884, Richar Hodgson, un miembro de este comité, llegó a la India para investigar e informar sobre las acusaciones delos Coulomb. De acuerdo con los hallazgos de Hodgson, el comité de S.P.R tachó en su informe final de diciembre de 1885 a la señora Blavatsky de «una de las mejores impostoras, más ingeniosas y más interesantes de la historia». Sr.Hodgson también acusó a la señora Blavatsky de ser una espía rusa. Este informe, publicado por Hodgson y la Sociedad para la Investigación Psíquica, ha sido la base de la mayoría de los posteriores ataques a H.P. Blavatsky en cuanto a su falsedad, a la no existencia de sus Maestros y a la inutilidad de la Teosofía.

En 1963, Adlai Waterman (pseudónimo de Walter A. Carrithers, Jr.), en su trabajo definitivo titulado «Obituario: del informe de Hodgson sobre la señora Blavatsky», analizó y refutó las acusaciones de Hodgson en contra de la señora Blavatsky. Se puede encontrar una refutación más reciente de los cargos de Hodgson contra H.P.B en el libro de Vernon Harrison titulado «H.P. Blavatsky y la SPR: un examen del informe de Hodgson de 1885».

Este injustificado ataque contra su persona afectó negativamente a la salud de H.P. Blavatsky. Después de haber abandonado la India por Europa, residió un tiempo en Italia, para, más tarde, en agosto de 1885, mudarse a Wurzburgo, Alemania, donde trabajó en «La Doctrina Secreta» En julio de 1886, se trasladó a Ostende, Bélgica y en mayo de 1887, por invitación de los teósofos ingleses, se mudó a una pequeña casa situada en Upper Norwood, Londres.

Tras su llegada a Inglaterra, las actividades teosóficas se intensificaron de manera inmediata y rapidamente. Se creó la Sociedad Teosófica «Blavatsky Lodge» y empezó a publicar ideas teosóficas.
Dado que H.P. Blavatsky había perdido el control del The Theosophist, fundó Lucifer en septiembre de 1887, una revista mensual concebida, tal y como se indica en su portada, «para sacar a la luz las cosas ocultas de la oscuridad». Ese mismo mes, H.P.B se mudó al número 17 de Lansdowne Road en Holland Park, Londres.

H.P.B continúo escribiendo su obra magna que se terminó y publicó en dos volúmenes en octubre-diciembre de 1888. Sus incansables ayudantes que le ayudaron con las tareas de transcripción y edición del manuscrito fueron Bertram Keightley y Archibald Keightley, quienes también le proporcionaron un apoyo económico que le fue de gran ayuda.

«La Doctrina Secreta» fue el culmen de la carrera literaria de H.P. Blavatsky. El primer volumen se centra principalmente en la evolución del universo. El esqueleto de este volumen está formado por siete estancias traducidas del «Libro de Dyzian», con comentarios y explicaciones de H.P.B. A lo largo de este volumen, también se realiza una extensa explicación de la simbología fundamental de las garandes religiones y mitologías del mundo. El segundo volumen está formado por otra serie de estancias del «Libro de Dyzian» en las que se describe la evolución de la humanidad.

También en octubre de 1888, la señora Blavatsky creó la Sección Esotérica (o Escuela), de la Sociedad Teosófica, que tenía por finalidad fomentar el estudio en profundidad de la filosofía esotérica por estudiantes dedicados y redactó para ellos «tres Instrucciones E.S.».

En 1889, H.P. Blavatsky publicó «La Llave de la Teosofía», «una exposición clara, mediante preguntas y respuestas, en la que se dan los motivos éticos, filosóficos y científicos de la creación de la Sociedad Teosófica» y «La Voz del Silencio», una joya del misticismo que contiene una selección de extractos traducidos del «Libro de los Preceptos de Oro», obra que había memorizado durante su estancia en Oriente.

En julio de 1890, H.P.B estableció la sede europea de la Sociedad Teosófica en el número 19 de Avenue Road en St. John’s Wood, Londres. Fue allí donde H.P. Blavatsky falleció el 8 de mayo de 1891, durante una grave epidemia de gripe en Inglaterra. Su cuerpo fue incinerado en el Woking Crematorium, en Surrey.

Cuando se tiene en cuenta sus obras, sus enseñanzas, su vida y su carácter, sus misiones y sus poderes ocultos, H.P. Blavatsky está destinada a ser reconocida como la Ocultista más importante de la historia de la civilización occidental y una agente directa de la Hermandad de Adeptos Trans-Himalaya.